Estilema

septiembre 11, 2010

Un título, por favor

Filed under: Escritura,Gente,Libros — signos @ 9:52 am

Dicen que Alejandro Gándara se jugó en una partida de cartas el título de una novela, El desorden de tu nombre, que  acabó ganando Juan José Millás. No es un mal título, aunque a mí me gusta mucho más aquel de Joaquín Leguina, que luego se llevó al cine: Tu nombre envenena mis sueños.  También dicen que el mejor en estas lides de titular novelas es Vicente Molina Foix: La comunión de los atletas, La misa de Baroja, La mujer sin cabeza… A mí, la verdad,  no me dicen mucho. No obstante tengo que claudicar ante el título de su último libro publicado: Con tal de no morir. No me digan que no es atractivo. Cierren los ojos y pónganse en situación: un dolor que dura más de lo normal y nos obliga a ir al médico y a hacernos pruebas; demasiadas turbulencias en el avión y la voz, un poco entrecortada, de la azafata informando del hecho; un accidente mortal en la carretera  que sucede ante nuestros ojos: Con tal de no morir…

Pero, en fin, me he acordado de todo esto leyendo una entrevista con Fernando Beltrán, cuyo oficio es ponerle nombres a las cosas. La gente que quiere montar una empresa, una revista, una ONG o un grupo de teatro va a él para que les ponga nombre y funcionen en el mercado. Dice Beltrán, por ejemplo, que el Parque Biológico de Madrid era un sitio donde no iba nadie hasta que él lo bautizó como Faunia y empezó a acudir la gente en masa. Así de simple. Y es que las cosas, antes que nada, han de tener un nombre, y si ese nombre es atractivo, lo demás ya viene rodado.

No sé qué estudio Fernando Beltrán, aunque  poco importa. A fin de cuentas, uno estudia para abogado, para médico o para arquitecto, pero no para ponerle nombre a las cosas.  Y, a lo mejor, es lo primero que deberíamos pensar.  Ya lo decía la Biblia: «Al principio, fue el verbo».

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