Estilema

agosto 28, 2009

Bob Dylan

Filed under: Música — signos @ 10:13 am

  Últimamente, me he tropezado varias veces con el nombre de Bob Dylan. Primero fue una canción antigua rescatada por casualidad en You Tube; despues, un poema de Benjamín Prado, y, ayer mismo, leí una noticia en la que se navegador-gps-panasonicafirmaba que el cantante iba a poner su voz a un navegador GPS. Pero el intérprete de Forever Young se tomaba un poco a chacota su cometido e ironizaba con que, más que guiar, podía despistar al conductor: «La siguiente,  a la izquierda. No, a la derecha. Bueno, mejor,  siga recto».

  Ya podrían sustituir aquí también esas voces cibernéticas por otras más adecuadas. He estado pensando y creo que la mejor voz española para un GPS sería la de El Fari. El Fari, esa mezcla de taxista y cantante,  lo hubiera bordado, seguro. También Jesús Gil («Sigue recto y tal y tal») habría servido para esta tarea. Pero, desgraciadamente, ya no están entre nosotros.  Otra opción, más chistosa, sería la de Torrente/Santiago Segura, que, por defecto, siempre te llevaría a un puti-club: «A la derecha, a la derecha, que hay unas chorbas…». O el calvo ese de la Sexta que retransmite los partidos de fútbol: «Gira a la izquerda, hombre, o a la derecha, tiqui-taca, tiqui-taca, ¿qué pasa, Salinas?

  Aunque, casi mejor,  apagar el GPS y poner música: Hay mañanas y noches / porque existe Bob Dylan. / Hay planetas y oxígeno / porque existe Bob Dylan. / Hay veranos e inviernos / porque existe Bob Dylan /Yo nunca he estado solo / porque existe Bob Dylan. (B.P)

http://www.youtube.com/watch?v=P22cMZFvJAs

agosto 14, 2009

Amélie Nothomb

Filed under: Libros — signos @ 9:22 am

ni-de-eva-ni-de-adan1  He leído a ratos perdidos  Ni de Eva ni de Adán, la última novela de Amélie Nothomb. Confieso que no la he encontrado ni bien ni mal, ni todo lo contrario. Pese a todo el bombo que le han dado (entrevistas en El País Semanal, reportajes en televisión, portadas en revistas literarias, etc.) no acabo de ver ‘el acontecimiento’. A no ser que la autora sea, ella misma, ‘el acontecimiento’.

  Porque, claro, ella no se ha criado en Marxalenes o en Patraix. Ella nació en Japón, y allí vivió su infancia y su adolescencia, antes de regresar a Bruselas, de donde es su familia, compuesta por embajadores y demás gente de alta alcurnia. En esta novela, la protagonista decide regresar a Japón y dar clases de francés para distraerse. Allí se enamorará de su único alumno, un japonés sibarita que va a todos los sitios en un Mercedes.

  La novela es un paseo por las costumbres orientales (como Lost in  Transalation). Ella se enamora de Rinri, «Uno se enamora de aquellos a los que no soporta, de aquellos que representan un peligro insostenible», dice. Hace el amor con él, pero no cuenta nada: «A la mañana siguiente, me despertó la sensación de tener las manos dolorosamente secas. Mientras me las untaba con crema, recordaba la velada y la noche. Así pues, había un joven en mi cama. ¿Qué estrategia adoptar?».   

  La novela la publica, en castellano, la editorial Anagrama. En la portada aparece  una  Amélie Nothomb con reminiscencias orientales. En la solapa, aparece también Amélie Nothomb, pero más occidental. La novela se llama, como ya saben, Ni de Eva ni de Adán. Pero bien se podría llamar Amélie Nothomb.

agosto 2, 2009

El muro de Berlín

Filed under: Escritura,Gente — signos @ 10:53 am

El muro 1  En la madrugada del 13 de agosto de 1961, la radio de Alemania del Este interrumpió su programa «Melodías de noche» para transmitir la noticia de que, a partir de ese momento, ya no se podía pasar hacia el Berlín Oeste. La justificación que se dio para el cierre era que había que intentar frenar la avalancha de refugiados que estaba dejando «exangüe» a la RDA. Así que la gente que se levantó el 13 de agosto de 1961 se encontró con que  ya no podía pasar al otro lado para ver a su familia, a sus amigos o a la chica que había conocido hacía unos días.  Gregorio Samsa también se levantó una mañana convertido en bicho. La historia la escribió un tal Franz Kafka y a estos hechos se les acabó tildando de «kafkianos», esto es, absurdos o inquietantes.

  Para que la gente no se creyera que estaba leyendo una novela de Kafka o escuchando un programa radiofónico del tipo «La guerra de los mundos», la ciudad se llenó de policías y de alambradas. A los pocos días, se empezó a construir un muro de ladrillos que rodeaba todo Berlín Occidental. A este muroberlinmuro se le llamó «de primera generación». Como la gente se lo saltaba, se construyó otro muro, y entre los dos se puso arena y se sembró de minas. Encima, los policías fronterizos disparaban a cualquier cosa que se moviera.

  Pero como la gente seguía intentano huir hacia «el imperialismo del Oeste»,  levantaron el muro de «tercera generación», construido con «segmentos de hormigón sin ranuras, de 15 cm. de grosor». El muro tenía más de 3 metros de altura y estaba coronado con unos tubos de hormigón con amianto que impedían pasar por encima con ayuda de escaleras. Eso sí, tenía un diseño elegante.

  Ya en los años ochenta se empiezan a poner detectores y elementos de vigilancia electrónicos. Ese muro, cuya fase de construcción iba a acabar en 1989, garantizaría un «muro 2000 de alta tecnología».

  En 1989 cayó el muro. Hoy, a modo de testimonio, quedan unos pocos metros, a lo que llaman East Side Galery. Hasta lo más kafkiano acaba convertido en arte. En cualquier tienda de souvenirs  puedes encontrar trocitos de muro de diferentes tamaños a un módico precio. Seguro que algún familiar de Honecker o de Brezhnev que visite la ciudad cae en la tentación y compran un trocito de muro para decorar el salón.

berlin-muro

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