Estilema

May 26, 2008

Llover

Filed under: Escritura,Libros,Películas — signos @ 9:56 am

  Ayer estuve lloviendo toda la mañana. Lloví mientras leía el periódico, tal vez porque ninguna noticia me llamó demasiado la atención. Escribía Javier Marías sobre fútbol (después de tanto tiempo sin hacerlo) y venía a decir que este deporte (y su Real Madrid) ya no son lo que eran. Normal. Pasa como con la lluvia, que tampoco es lo que era: ya no llueve tanto como antes y, encima,  lo hace  a destiempo y de manera más irregular.

  Seguí lloviendo mientras leía un libro de Manuel Cruz y Manuel Delgado, Pensar por pensar. El primer capítulo habla sobre el amor. ¡Ah, el amor!, qué sentimiento tan extraño. Delgado se pasa todo el rato pensando cómo abordar el tema, si en plan académico o desde la experiencia personal. Me subrayé muchas frases del libro, pero me quedo con una de Delgado: «¿A ti eso del amor no te parece, como reza una canción de Mecano, Quédate en Madrid, una ‘mariconez’? A mí la verdad es que sí me lo parece. Aunque cabría añadir: ¿y qué?»

  Y, aunque ya era por la tarde y había aclarado, seguí lloviendo con una película de Chabrol, Una chica cortada en dos, que fuimos a ver y no nos gustó. No nos creímos que esa chica tan guapa, tan joven y tan resuelta se enamorara enseguida de un escritor que no hace nada para seducirla. Hay que ver el amor, aparece en todos los sitios.

  Esta mañana estoy un poco más despejado. Pero no deja de haber nubes sobre mi cabeza.  

May 23, 2008

Cartelera Turia

Filed under: Gente,Películas — signos @ 7:59 pm

                                       

  El otro día, cuando iba al trabajo con mi cartera de plástico y escuchando canciones en el ipod, vi a José Vanaclocha. Estaba junto al ambulatorio de Juan Llorens. Llevaba un sobre marrón con un anagrama del Insalud o similar y un recorte de periódico. Iba a cruzar la calle, pero no cruzaba. Me quedé mirándolo y él hizo un amago de saludarme. Tal vez pensó que nos conocíamos.

  José Vanaclocha es el director de Cartelera Turia, o lo fue durante muchos años. Es difícil que en Valencia haya alguien que no conozca la Cartelera Turia. Yo la descubrí siendo un adolescente y este hecho cambió mi vida. Mientras mis compañeros de entonces iban a ver películas americanas espectaculares o tontorronas comedias españolas, yo sólo visionaba films que La Turia calificaba con un 4 o un 5. ¿Qué le pone la Turia? era la pregunta a formular antes de ir al cine.

  Como (casi) todos, yo también he tenido padre, hermanos mayores y profesores que han influido en mi vida. Pero ninguno como Vanaclocha y sus secuaces. Aquellas críticas demoledoras, aquellos comentarios breves con que terminaban la sinopsis argumental (Huir, De pena, Marciana, Inefable…) marcaron para siempre mis gustos cinematográficos.

  Y desde hace algún tiempo, La Turia siempre celebra a finales de junio una fiesta erótica. Llevo años proponiendo a mis amigos (y sobre todo a mis amigas) que vayamos a una de esas partys tan divertidas. Pero siempre se hacen los suecos. A ver si se animan este año.

May 20, 2008

Fenómenos extraños: el teléfono móvil

Filed under: Escritura — signos @ 7:09 pm

  Últimamente siempre suena el móvil en momentos inesperados. El otro día fui a bajar la basura y cuando volví vi que tenía una llamada perdida. Ayer mismo, me dejé le móvil en el comedor, fui a la cocina, me entretuve demasiado con los macarrones (se habían pegado, los condenados) y cuando volví me di cuenta de que había sonado el móvil y no lo había oído. Lo malo es que eran llamadas desde un número oficial, esas que no se pueden devolver. Me dio rabia porque no sabía quién me llamaba.

  Así que ahora no voy a ningún sitio sin el móvil.

  El otro día estaba comiendo en compañía de mi móvil cuando oí una voz extraña. Parecía provenir de una radio o algo así. Pero no, procedía de mi móvil. Me lo acerqué al oído y noté que de él salía una extraña voz. Le di a una tecla y salió un icono que empezó a recriminarme: «Ya era hora; llevo casi veinte minutos gritando». Me quedé mirando, perplejo, aquel extraño monigote.

 «¿Tú eres de ciencias o de letras?» me preguntó a bocajarro. «De letras», respondí. «Ah, entonces no me sirves, qué mala suerte», dijo airado. «Bueno, los de letras todavía  tenemos cabida en este mundo», me defendí. «Sí, y así os va. De todas formas, concluyó, mi problema sólo se resuelve con una ecuación. Me he quedado atrapado en este mundo, en tu mundo de literatos, filósofos y humanistas, y necesito volver al mío, al de los números y las fórmulas.

 En ese momento sonó el móvil. Lo miré y vi una retahíla de números. ¿Diga?

May 12, 2008

Cien

Filed under: Escritura,Gente — signos @ 9:18 am

  Este es el post  número 100.

  Dan ganas de callarse ya, después de tantas palabras. Uno empieza a escribir un poco por azar y llega un momento en el que se da cuenta de que ya no puede parar, que cualquier cosa que lee, que piensa o que hace puede convertirse en un post.

  Y tampoco es eso. ¿No? Y luego está la gente que te lee. Esa es otra. Vas por ahí y te dicen: «He leído lo que has escrito». Y te mueres de vergüenza. Porque nunca te lo dicen en un tono neutro. Siempre lo acompañan de una sonrisita, o arrugando la nariz, o con un brillo especial en los ojos. Y lo que quieren es decirte mucho más de lo que dicen. Lo malo es que nunca adivino qué quieren decir.

  Y el caso es que durante estos meses me ha salido más de un amigo. Y también algún que otro detractor (que puede que antes fuera mi amigo, no sé). Pero, de verdad, dan ganas de enviar a paseo este blog y dedicarse a otra cosa. Pero luego lees que Rijkaard va a ser destituido y ten dan ganas de escribir sobre ese tipo tan elegante. O ves a Vanaclocha, el crítico de cine, cerca de tu casa. O te cruzas con un profesor del que tienes muy buen recuerdo. O alguien te llama en una tarde de lluvia cuando estás en medio de la nada. O te enseña su bicicleta plegable. O te invita a su cumpleaños.

  ¡En fin!, que no sé. Todo se andará.

 

 

May 9, 2008

Fito

Filed under: Gente,Música — signos @ 10:18 pm

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May 8, 2008

Novelas (y III)

Filed under: Escritura,Gente,Libros — signos @ 9:44 am

  ¿Y a qué viene todo este rollo? Bueno, pues que hoy no haría lo mismo. Hoy, si escribiera una novela (¡Dios no lo quiera!), me pondría a mí mismo de protagonista: alto, guapo, con ojos verdes, inteligente, culto… Se me reconocería enseguida. Trabajaría en una universidad como investigador (esto me mola bastante) y formaría parte de un grupo de personas con una alta cualificación profesional. En este grupo habría informáticos renacentistas, diosas griegas, estilistas chomskyanos…

  Como me gustan bastante las novelas policíacas, en la mía habría un muerto. Matarían a alguien conocido, pero no mucho, que despertara el interés del protagonista y de un grupo de gente. Ese grupo se reuniría en un bar. El bar estaría regentado por un tipo simpático que, un día, se quedó pegado a la barra y decidió convertirlo en su negocio. Al local acudirían siempre los mismos, que, a fuerza de coincidir, empiezarían a entablar amistad.  Habría tipo alto con fino bigote a lo Clark Gable, siempre atento para venderles seguros a las damas que entraran en el local. Un médico aficionado al canto, que arrastraría su melancolía por las mesas buscando una explicación a la conducta humana (de las mujeres, se entiende, esos «seres tan extraños»). También estaría una profesora de literatura, dibujando cuadrículas en donde encajar cada uno de los actos vitales (propios y ajenos) y marcando pautas de conducta. Una traductora de alemán, una ONG ista que te invitaría a  conferencias sobre el tercer mundo, un chistoso profesional, un cascarrabias… Y un artista, que pasaba por allí.

  Para algunos el asesino sería una mujer, sin duda. Para otros, un o una amante despechado. Habría quien pensara que el asesinato era la confluencia de distintas variables. También habría quien se solidarizara con la víctima, quien contara chistes a propósito del muerto y quien dijera que todo era una chorrada. El artista se marcharía de allí sin saber qué se discutía. Naturalmente, todos (menos ella) se tomarían un whisky.

  ¿Alguno se reconoce en esta historia? Bueno, pues cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

May 4, 2008

Calvo-Sotelo

Filed under: Gente,Libros — signos @ 11:51 am

 

  Se ha muerto Leopoldo Calvo-Sotelo. Era un tipo serio, tal vez demasiado para esa España que lo que quería a toda costa en aquella época era divertirse. Todavía me acuerdo de algunos de los chistes de la revista El jueves: uno de los que más gracia me hizo era un tipo que entraba en una farmacia para pedir un sonmífero verdaderamente eficaz. Lo había probado todo y estaba desesperado. El farmacéutico le daba los discursos grabados de Calvo-Sotelo y le aseguraba que era un remedio infalible. También recuerdo a Sandro Pertini, en la final del mundial de fútbol de España, riendo y gritando como un loco junto al Rey, mientras que Calvo-Sotelo, con cara de entierro, permanecía hierático mirando el espectáculo con sus grandes gafas de concha. Aquel hombre estaba en las antípodas de todo lo que que sonara a mediático. ¿Se imaginan a Calvo-Sotelo dirigiéndose a la cámara al final de un debate televisivo, escogiendo su mejor perfil y diciendo con cierto aire de galán: Buenas noches y buena suerte?

  Para casi todos, Calvo-Sotelo era un tipo aburrido que representaba el pasado. Por eso fue barrido sin piedad por el joven y atractivo Felipe González.

  Pero hace algunos años, vi a Calvo-Sotelo en un programa de televisión. Lo entrevistaban a propósito de un libro que había escrito  y me quedé sorprendido con su perspicacia, su ironía, su forma de decir las cosas. Era un tipo serio pero divertido, sonreía lo justo, sólo levemente, cuando dejaba caer alguna de sus ironías, muchas de ellas sangrantes. Aquel tipo manejaba los silencios y los gestos como nadie, sin necesitar de ningún mentecato que le dijera como sonreír a la cámara.  Me senté en el sillón y disfruté como un loco. Luego, al cabo de una semanas, vi su libro en un librería. No me gustan ese tipo de libros, pero leí allí mismo alguna página y volví a flipar con su lenguaje.  Esta mañana he leído que Calvo-Sotelo sabía cálculo infinitesimal y física cuántica, además de haber leído a Heisenberg y a Heideger.

  ¿Qué hacía un tipo como él en un país y en una década como aquélla?

May 3, 2008

Novelas (II)

Filed under: Escritura,Gente,Libros — signos @ 10:23 am

 

  Insistió tanto que, al final, tuve que sacar la obra del cajón y ver qué posibilidades tenía de publicar. Además de los elementos ya citados, en la novela salían algunos profesores que yo había tenido durante la carrera y que no eran muy de mi agrado, con nombres más bien ficticios pero perfectamente identificables. Naturalmente, aprovechaba la situación para darles un buen rapapolvo. No se me olvidaba que algunos de ellos me habían suspendido. Injustamente, por supuesto.

  Le volví a decir que no. Pero insistió y, al final, me puse manos a la obra. Cambié los rasgos físicos del protagonista, lo convertí en estudiante de derecho, eliminé todas las referencias a los profesores, desdibujé a una chica demasiado identificable… En fin, sólo dejé la época de los 80, la patinadora y la trama, es decir, lo puramente inventado.

  Y así se publicó, en el año 2002. No la he vuelto a leer, pero, ahora, tanto tiempo después, una de dos: o ya no la reconozco y me parece una novela ajena, o la reconozco y no tengo más remedio que salir a la calle y  comprar todos los ejemplares, para evitar que alguien la lea.

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